Ni las candidatas francesas, ni la portuguesa, ni las seis que ha presentado España (Murcia, Valencia, Sabadell, Zaragoza, Pamplona y Vitoria) están entre las nominadas.
Como es habitual en materia verde, todo se juega en el centro-norte de Europa: Reino Unido, con Bristol; Alemania, con Hamburgo, Friburgo -¿quién puede competir con Friburgo?- y Münster; Suecia, con su capital Estocolmo; Noruega, con Oslo; Dinamarca, con Copenhague, y Holanda, con Amsterdam.
El 23 de este mes, el Comisario Europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, anunciará las dos primeras Capitales Verdes de Europa para 2010 y 2011. Todas las ciudades participantes tienen más de 200.000 habitantes por exigencias de la competición. Las ocho nominadas se distinguen por sus «excelentes logros ambientales».
Los criterios
Para presentarse al Premio a la Capital Verde Europea, las ciudades deben cumplir con al menos 10 objetivos ambientales.
1. Contribución local a la lucha contra el cambio climático. Tanto las medidas tomadas en el pasado como las que están por tomar.
2. Movilidad local y transporte de pasajeros. Dominan en esta categoría las ciudades con alta presencia de bicicletas.
3. Espacios verdes abiertos al público. La abundancia de parques es uno de los baluartes de las ciudades nórdicas.
4. Calidad del aire. Muy ligado a la cantidad de coches y a la concentración del tráfico.
5. Contaminación acústica. Muchas ciudades nórdicas tienen leyes más estrictas contra el ruido y una cultura del silencio.
6. Producción y gestión de residuos. Se refiere a la cantidad de basura generada y reciclada.
7. Consumo de agua. Se incluye el uso del agua en el ámbito doméstico, como las duchas y la cocina.
8. Gestión de aguas residuales. Podría parecer de obligado cumplimiento en el siglo XXI, pero no siempre es así. Aquí se valora en qué porcentaje se cumple la Directiva europea.
9. Gestión sostenible de la autoridad local. Depende del buen hacer del ayuntamiento en materia de medio ambiente.
10. Uso sostenible de la tierra. Incluye la no construcción desaforada.
lunes, 16 de febrero de 2009
'Clones' marinos en el Ártico y en la Antártida
Los océanos del Ártico y la Antártida comparten más de 200 especies pese a que están separados por más de 13.000 kilómetros de distancia. El hallazgo de vida idéntica en ambos polos se ha convertido en un nuevo misterio cuyos orígenes están tratando de desvelar los científicos.
Estas 235 especies compartidas son la última sorpresa del proyecto internacional Censo de la Vida Marina (COLM), (según sus siglas en inglés), que consiste en realizar el inventario más completo jamás realizado sobre todo ser vivo que habita los mares de la Tierra.
Los investigadores ya contaban con encontrar en ambas zonas del planeta, animales como ballenas grises o aves migratorias, pero no sabían que también se toparían con los mismos gusanos, crustáceos o caracoles pterópodos, un hecho que ha abierto no pocas preguntas sobre cómo y dónde se originaron. Para dar más pistas sobre el asunto está en curso una investigación que desvelará si, tal como parece, el ADN de todos estos animales es exactamente igual o si, a lo largo de la evolución, se fueron adaptando de forma similar a un ecosistema helado, pero no son idénticas.
Otro de los fenómenos que el Censo ha sacado a la luz es que hay seres vivos adaptados a las aguas frías que se están desplazando hacia los polos en una huida del calentamiento que se está produciendo en los océanos. Recientemente también se hizo público un inventario en el que se daba a conocer la espectacular biodiversidad de la Antártida: ya hay censadas 1.200 especies, un número que comparaban con el de una zona tropical como son Las Galápagos.
Todos estos descubrimientos son el resultado de los 18 viajes de exploración realizados con motivo del Año Polar (2007-2008), en algunos de los cuales los biólogos tuvieron que bregar con olas de hasta 16 metros de altura, en el caso de la Antártida, o trabajar con vigilancia armada para evitar ataques de los osos polares, en el Ártico.
El proyecto del Censo de Vida Marina se puso en marcha en el año 2000, con la participación de miles de científicos de 82 países, y está previsto que se presente completo en Londres en octubre de 2010.
Proyecto mundial
«Los mares polares, lejos de ser desiertos biológicos, están vertiendo una cantidad y una variedad asombrosa de vida», señala Ian Poiner, miembro del comité científico del proyecto. «Solamente gracias a la colaboración de 500 personas de más de 25 países es posible afrontar los desalentadores desafíos ambientales y realiar una investigación a esta escala. Ahora la Humanidad comienza a ser consciente de la naturaleza en estas regiones», añade Poiner.
Hasta ahora, el equipo polar del Censo ha localizado 7.500 especies en la Antártida y 5.500 en el Ártico, de un total mundial de entre 230.000 y 250.000 especies marinas; ha mapeado su distribución en las áreas con más biodiversidad; y ha documentado cómo varía el tamaño de los grupos más numerosos de peces según el alimento.
Antes de emprender estas expediciones, se pensaba que la diversidad de la vida era baja en los polos, algo que han desmentido los datos recogidos en más de un millón de localizaciones. Algunas son lechos marinos que han quedado a la luz con el calentamiento global, tras estar 10.000 años cubiertos por el hielo.
Una de las revelaciones importantes ha sido que la Antártida es una sola provincia biológica, pese a los 8.500 kilómetros que separan ambas orillas. ¿Se ha igualado esa vida marina por la corriente circumpolar antártica?, se preguntan los expertos.
Los exploradores también han descubierto que los ciclos glaciares durante millones de años hicieron de este continente una incubadora fría de especies que hoy habitan en aguas más al norte y creen que sus mares aún restauran regularmente los océanos con nuevas variedades de arañas o camarones.
Estas 235 especies compartidas son la última sorpresa del proyecto internacional Censo de la Vida Marina (COLM), (según sus siglas en inglés), que consiste en realizar el inventario más completo jamás realizado sobre todo ser vivo que habita los mares de la Tierra.
Los investigadores ya contaban con encontrar en ambas zonas del planeta, animales como ballenas grises o aves migratorias, pero no sabían que también se toparían con los mismos gusanos, crustáceos o caracoles pterópodos, un hecho que ha abierto no pocas preguntas sobre cómo y dónde se originaron. Para dar más pistas sobre el asunto está en curso una investigación que desvelará si, tal como parece, el ADN de todos estos animales es exactamente igual o si, a lo largo de la evolución, se fueron adaptando de forma similar a un ecosistema helado, pero no son idénticas.
Otro de los fenómenos que el Censo ha sacado a la luz es que hay seres vivos adaptados a las aguas frías que se están desplazando hacia los polos en una huida del calentamiento que se está produciendo en los océanos. Recientemente también se hizo público un inventario en el que se daba a conocer la espectacular biodiversidad de la Antártida: ya hay censadas 1.200 especies, un número que comparaban con el de una zona tropical como son Las Galápagos.
Todos estos descubrimientos son el resultado de los 18 viajes de exploración realizados con motivo del Año Polar (2007-2008), en algunos de los cuales los biólogos tuvieron que bregar con olas de hasta 16 metros de altura, en el caso de la Antártida, o trabajar con vigilancia armada para evitar ataques de los osos polares, en el Ártico.
El proyecto del Censo de Vida Marina se puso en marcha en el año 2000, con la participación de miles de científicos de 82 países, y está previsto que se presente completo en Londres en octubre de 2010.
Proyecto mundial
«Los mares polares, lejos de ser desiertos biológicos, están vertiendo una cantidad y una variedad asombrosa de vida», señala Ian Poiner, miembro del comité científico del proyecto. «Solamente gracias a la colaboración de 500 personas de más de 25 países es posible afrontar los desalentadores desafíos ambientales y realiar una investigación a esta escala. Ahora la Humanidad comienza a ser consciente de la naturaleza en estas regiones», añade Poiner.
Hasta ahora, el equipo polar del Censo ha localizado 7.500 especies en la Antártida y 5.500 en el Ártico, de un total mundial de entre 230.000 y 250.000 especies marinas; ha mapeado su distribución en las áreas con más biodiversidad; y ha documentado cómo varía el tamaño de los grupos más numerosos de peces según el alimento.
Antes de emprender estas expediciones, se pensaba que la diversidad de la vida era baja en los polos, algo que han desmentido los datos recogidos en más de un millón de localizaciones. Algunas son lechos marinos que han quedado a la luz con el calentamiento global, tras estar 10.000 años cubiertos por el hielo.
Una de las revelaciones importantes ha sido que la Antártida es una sola provincia biológica, pese a los 8.500 kilómetros que separan ambas orillas. ¿Se ha igualado esa vida marina por la corriente circumpolar antártica?, se preguntan los expertos.
Los exploradores también han descubierto que los ciclos glaciares durante millones de años hicieron de este continente una incubadora fría de especies que hoy habitan en aguas más al norte y creen que sus mares aún restauran regularmente los océanos con nuevas variedades de arañas o camarones.
viernes, 6 de febrero de 2009
Las olas gigantes de Cantabria anticipan unos temporales más fuertes
Ese día, con gran parte de España en alerta por los fuertes vientos que iba a provocar un fenómeno meteorológico conocido como "ciclogénesis explosiva", una boya del Instituto Español de Oceanografía (IEO) fondeada 22 millas al norte de Santander midió una ola de 26,13 metros de altura y otra de 24,64, los dos registros más altos de los que se tienen conocimiento en la costa española.
La oceanógrafa del centro del IEO en Santander Alicia Lavín explicó que las magnitudes de olas que ha arrojado el último temporal son "impresionantes" si se comparan con la serie histórica disponible, cuyos datos provienen principalmente de la red de boyas que Puertos del Estado puso en funcionamiento en 1996.
La boya Augusto González de Linares del IEO situada frente a Santander lleva sólo un año y medio en funcionamiento, pero en ese periodo ya ha superado en varias ocasiones el récord histórico de oleaje que la red pública había observado en las costas españolas.
Tendencia al alza de los fenómenos extremos
Para el director del Grupo de Ingeniería Oceanográfica y de Costas de la Universidad de Cantabria (UC), Raúl Medina, los datos tomados por el IEO y el resto de información disponible sobre los últimos 40 años "indican claramente que hay una tendencia al alza en la altura de las olas y, fundamentalmente, en los fenómenos extremos".
El grupo dirigido por este catedrático realizó en 2006 un informe para el Ministerio de Medio Ambiente sobre las repercusiones futuras del cambio climático en las costas españolas, en el que se advierte de que existe "una tendencia muy clara en todo el Cantábrico y también en Galicia a que aumente la altura de las olas".
"Es un tema serio. No seamos alarmistas, porque estas cosas ocurren, pero es serio. Tenemos la constancia y la evidencia de que hay un aumento del oleaje y deberemos tomar las medidas oportunas para adecuar las obras que hacemos a las nuevas condiciones existentes en el Cantábrico", añadió Medina.
El experto explicó que "los récords de oleaje de los últimos cuatro año" ya se están reflejando en el diseño de las infraestructuras marítimas, como en el puerto de Laredo, en construcción en la actualidad, cuyo dique de abrigo se ha elevado un metro sobre el proyecto inicial para que las olas lo rebasen con menor frecuencia.
Alicia Lavín corrobora que "en los últimos años se están produciendo oleajes bastante fuertes" en el Cantábrico, pero no se atreve a hablar de que exista una tendencia, aunque sí reconoce que las conclusiones del Panel de Expertos en Cambio Climático advierten en general sobre un incremento en la fortaleza de los temporales.
Para el director del Grupo de Ingeniería Oceanográfica de la UC, esa tendencia "es clarísima". Medina precisa que puede ocurrir que en el futuro más próximo la intensidad de los temporales en el Cantábrico remita, porque la condiciones en el Atlántico Norte se rigen por una oscilación cíclica (NAO), que dura unos ocho años.
Sin embargo, insiste, la serie histórica muestra que los máximos y mínimos de esa oscilación son, desde hace tiempo, crecientes, así que a la larga cabe esperar más temporales y con oleaje más fuerte.
Adaptar las infraestructuras
Esas condiciones no sólo obligarán a reforzar el diseño de las infraestructuras portuarias y marítimas, sino que están transformando las playas, vaciadas por los temporales de gran parte de su arena, que tarda en volver a depositarse.
Y, en el mar, conceden cada vez mayor importancia a los partes meteorológicos, porque "aunque siempre ha habido temporales y los barcos los han capeado", como apunta Lavín, resulta difícil imaginar cómo se capean olas del tamaño de edificios de siete pisos.
"A nosotros, hace dos años nos cogió a 90 millas de Santander un temporal con olas de siete metros de altura significante, que comparado con esto parece poco. No había vivido en mi vida esa experiencia y espero no volver a vivirla, porque fue impresionante", confiesa la investigadora del IEO, retenida estos días en el puerto La Coruña a bordo del Cornide de Saavedra, precisamente, por el temporal.
www.fecyt.es
La oceanógrafa del centro del IEO en Santander Alicia Lavín explicó que las magnitudes de olas que ha arrojado el último temporal son "impresionantes" si se comparan con la serie histórica disponible, cuyos datos provienen principalmente de la red de boyas que Puertos del Estado puso en funcionamiento en 1996.
La boya Augusto González de Linares del IEO situada frente a Santander lleva sólo un año y medio en funcionamiento, pero en ese periodo ya ha superado en varias ocasiones el récord histórico de oleaje que la red pública había observado en las costas españolas.
Tendencia al alza de los fenómenos extremos
Para el director del Grupo de Ingeniería Oceanográfica y de Costas de la Universidad de Cantabria (UC), Raúl Medina, los datos tomados por el IEO y el resto de información disponible sobre los últimos 40 años "indican claramente que hay una tendencia al alza en la altura de las olas y, fundamentalmente, en los fenómenos extremos".
El grupo dirigido por este catedrático realizó en 2006 un informe para el Ministerio de Medio Ambiente sobre las repercusiones futuras del cambio climático en las costas españolas, en el que se advierte de que existe "una tendencia muy clara en todo el Cantábrico y también en Galicia a que aumente la altura de las olas".
"Es un tema serio. No seamos alarmistas, porque estas cosas ocurren, pero es serio. Tenemos la constancia y la evidencia de que hay un aumento del oleaje y deberemos tomar las medidas oportunas para adecuar las obras que hacemos a las nuevas condiciones existentes en el Cantábrico", añadió Medina.
El experto explicó que "los récords de oleaje de los últimos cuatro año" ya se están reflejando en el diseño de las infraestructuras marítimas, como en el puerto de Laredo, en construcción en la actualidad, cuyo dique de abrigo se ha elevado un metro sobre el proyecto inicial para que las olas lo rebasen con menor frecuencia.
Alicia Lavín corrobora que "en los últimos años se están produciendo oleajes bastante fuertes" en el Cantábrico, pero no se atreve a hablar de que exista una tendencia, aunque sí reconoce que las conclusiones del Panel de Expertos en Cambio Climático advierten en general sobre un incremento en la fortaleza de los temporales.
Para el director del Grupo de Ingeniería Oceanográfica de la UC, esa tendencia "es clarísima". Medina precisa que puede ocurrir que en el futuro más próximo la intensidad de los temporales en el Cantábrico remita, porque la condiciones en el Atlántico Norte se rigen por una oscilación cíclica (NAO), que dura unos ocho años.
Sin embargo, insiste, la serie histórica muestra que los máximos y mínimos de esa oscilación son, desde hace tiempo, crecientes, así que a la larga cabe esperar más temporales y con oleaje más fuerte.
Adaptar las infraestructuras
Esas condiciones no sólo obligarán a reforzar el diseño de las infraestructuras portuarias y marítimas, sino que están transformando las playas, vaciadas por los temporales de gran parte de su arena, que tarda en volver a depositarse.
Y, en el mar, conceden cada vez mayor importancia a los partes meteorológicos, porque "aunque siempre ha habido temporales y los barcos los han capeado", como apunta Lavín, resulta difícil imaginar cómo se capean olas del tamaño de edificios de siete pisos.
"A nosotros, hace dos años nos cogió a 90 millas de Santander un temporal con olas de siete metros de altura significante, que comparado con esto parece poco. No había vivido en mi vida esa experiencia y espero no volver a vivirla, porque fue impresionante", confiesa la investigadora del IEO, retenida estos días en el puerto La Coruña a bordo del Cornide de Saavedra, precisamente, por el temporal.
www.fecyt.es
miércoles, 4 de febrero de 2009
Los chicos tienen mayor bienestar psicológico que las chicas porque tienen mejor autoconcepto físico
Los chicos tienen mayor bienestar psicológico que las chicas porque tienen mejor autoconcepto físico, así como los adolescentes de 12-14 años sobre los mayores de 15 años, incidiendo también positivamente la práctica de actividad física, según la tesis 'El autoconcepto físico y el bienestar/malestar psicológico en la adolescencia' de la licenciada en Psicología Arantzazu Rodríguez Fernández, presentada a la UPV/EHU.
La autora, que trabaja como personal investigador de la universidad, ha estudiado la relación entre la percepción del físico de uno mismo y el bienestar o el malestar psicológico en la adolescencia.
Según informó la Universidad pública vasca, el autoconcepto podría definirse como el conjunto de las percepciones que cada persona tiene de sí misma, y juega un papel importante en el funcionamiento psicológico de toda persona. Pero hasta ahora no se había investigado sobre las relaciones que puede tener con el bienestar o con el malestar psicológico.
Este trabajo plantea tres objetivos fundamentales: estudiar la relación entre el autoconcepto físico y el bienestar psicológico; identificar la relación entre el autoconcepto físico, y la ansiedad y depresión; y, finalmente, analizar las relaciones entre el autoconcepto físico y los trastornos de la conducta alimentaria (TCAs), tanto en población no-clínica como en aquella previamente diagnosticada de anorexia o bulimia nerviosa.
Casi 2.000 adolescentes
En la investigación participaron un total de 1.959 adolescentes de entre 12 y 23 años del País Vasco, Burgos y La Rioja, a 48 de lo cuales se les había diagnosticado algún tipo de TCA. Los datos obtenidos indican que el autoconcepto físico está relacionado de manera positiva con el bienestar psicológico y de manera negativa con el malestar psicológico, de tal forma que cuanto más a gusto se siente uno con su físico, experimenta un mayor bienestar psicológico, son menores los niveles de ansiedad y depresión, y tiene menos riesgo de padecer un TCA.
También se han analizado esas relaciones en función de la edad, el género o la actividad física. Como norma general, se ha visto que, con referencia al autoconcepto físico, los adolescentes varones obtienen puntuaciones más elevadas de bienestar psicológico que las mujeres. Así mismo, obtienen puntuaciones más altas los adolescentes de 12-14 años que los mayores de 15 años, y los que hacen actividad física que los que no la hacen.
Pero al tener en cuenta todas las variables a la vez, se ha visto que los adolescentes con un autoconcepto físico más positivo y que, a su vez, tienen entre 12 y 14 años o realizan actividad física obtienen las mejores puntuaciones en bienestar psicológicos, sin que se hayan observado diferencias significativas en función del género.
Malestar psicológico
En este trabajo también se ha comprobado que los jóvenes experimentan malestar psicológico debido a su físico durante toda la adolescencia, al margen de si el concepto que tienen de su físico es bajo, medio o alto. No obstante, el deporte parece ser una buena forma de minimizar ese malestar psicológico, probablemente porque mejora el autoconcepto físico. La práctica de ejercicio resulta un riesgo potencial de TCA sólo cuando el autoconcepto físico es bajo. Por eso, se puede defender el deporte como una herramienta para aumentar el bienestar personal y reducir el malestar psicológico.
En cuanto a trastornos asociados al físico, la mayor probabilidad de desarrollar un trastorno ansioso se sitúa a partir de los 15 años, la de un trastorno depresivo oscila entre los 12 y los 17 años, y la de una anorexia o una bulimia nerviosa entre los 18 y los 23 años.
Por último, se observa que el atractivo físico destaca entre todos los elementos que condicionan el autoconcepto físico, porque mantiene una fuerte relación con la ansiedad, la depresión y el bienestar psicológico. Todo ello es reflejo de cómo la sociedad favorece la relación entre lo atractivo que se percibe uno mismo, y lo ansioso, lo depresivo o lo a gusto que se siente.
La autora, que trabaja como personal investigador de la universidad, ha estudiado la relación entre la percepción del físico de uno mismo y el bienestar o el malestar psicológico en la adolescencia.
Según informó la Universidad pública vasca, el autoconcepto podría definirse como el conjunto de las percepciones que cada persona tiene de sí misma, y juega un papel importante en el funcionamiento psicológico de toda persona. Pero hasta ahora no se había investigado sobre las relaciones que puede tener con el bienestar o con el malestar psicológico.
Este trabajo plantea tres objetivos fundamentales: estudiar la relación entre el autoconcepto físico y el bienestar psicológico; identificar la relación entre el autoconcepto físico, y la ansiedad y depresión; y, finalmente, analizar las relaciones entre el autoconcepto físico y los trastornos de la conducta alimentaria (TCAs), tanto en población no-clínica como en aquella previamente diagnosticada de anorexia o bulimia nerviosa.
Casi 2.000 adolescentes
En la investigación participaron un total de 1.959 adolescentes de entre 12 y 23 años del País Vasco, Burgos y La Rioja, a 48 de lo cuales se les había diagnosticado algún tipo de TCA. Los datos obtenidos indican que el autoconcepto físico está relacionado de manera positiva con el bienestar psicológico y de manera negativa con el malestar psicológico, de tal forma que cuanto más a gusto se siente uno con su físico, experimenta un mayor bienestar psicológico, son menores los niveles de ansiedad y depresión, y tiene menos riesgo de padecer un TCA.
También se han analizado esas relaciones en función de la edad, el género o la actividad física. Como norma general, se ha visto que, con referencia al autoconcepto físico, los adolescentes varones obtienen puntuaciones más elevadas de bienestar psicológico que las mujeres. Así mismo, obtienen puntuaciones más altas los adolescentes de 12-14 años que los mayores de 15 años, y los que hacen actividad física que los que no la hacen.
Pero al tener en cuenta todas las variables a la vez, se ha visto que los adolescentes con un autoconcepto físico más positivo y que, a su vez, tienen entre 12 y 14 años o realizan actividad física obtienen las mejores puntuaciones en bienestar psicológicos, sin que se hayan observado diferencias significativas en función del género.
Malestar psicológico
En este trabajo también se ha comprobado que los jóvenes experimentan malestar psicológico debido a su físico durante toda la adolescencia, al margen de si el concepto que tienen de su físico es bajo, medio o alto. No obstante, el deporte parece ser una buena forma de minimizar ese malestar psicológico, probablemente porque mejora el autoconcepto físico. La práctica de ejercicio resulta un riesgo potencial de TCA sólo cuando el autoconcepto físico es bajo. Por eso, se puede defender el deporte como una herramienta para aumentar el bienestar personal y reducir el malestar psicológico.
En cuanto a trastornos asociados al físico, la mayor probabilidad de desarrollar un trastorno ansioso se sitúa a partir de los 15 años, la de un trastorno depresivo oscila entre los 12 y los 17 años, y la de una anorexia o una bulimia nerviosa entre los 18 y los 23 años.
Por último, se observa que el atractivo físico destaca entre todos los elementos que condicionan el autoconcepto físico, porque mantiene una fuerte relación con la ansiedad, la depresión y el bienestar psicológico. Todo ello es reflejo de cómo la sociedad favorece la relación entre lo atractivo que se percibe uno mismo, y lo ansioso, lo depresivo o lo a gusto que se siente.
El tratamiento contra el cáncer, a las puertas de la revolución
El diagnóstico y tratamiento del conjunto de las más de 200 enfermedades que se engloban bajo el término cáncer experimentará una auténtica revolución a lo largo de la próxima década. Según señalan varios expertos consultados por Público ante la celebración, este miércoles, del Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra mañana, más de 30 años después del descubrimiento de los oncogenes, y cuando los avances de la genómica están cambiando el panorama de la medicina a todos los niveles, el conocimiento de las alteraciones moleculares que provoca cada tipo de cáncer ha abierto la puerta al desarrollo de fármacos dirigidos al corazón del tumor.
Esta forma de atacar el cáncer, todavía poco introducida en la práctica clínica, supone un auténtico ?cambio de paradigma?, en palabras de Emiliano Calvo, director de Investigación Clínica del Centro Oncológico Clara Campoamor, del grupo Hospital de Madrid. Así, frente a la quimioterapia de amplio espectro que atacaba a las células con gran capacidad de proliferación ?sobre todo las tumorales, pero también las que permiten el crecimiento del cabello, las de la mucosa intestinal o las de la médula ósea? existen ya en el mercado algunos ejemplos de los nuevos fármacos, como los anticuerpos monoclonales, que tienen muchos menos efectos secundarios al atacar directamente a la firma molecular del tumor.
Sin embargo, todavía es pronto para certificar el cambio de modelo, ya que, como señala el jefe de Oncología del hospital Infanta Sofía de Madrid, Enrique Casado, los pocos fármacos de este tipo que están ya disponibles van dirigidos a alteraciones moleculares concretas, pero ?la mayoría de los tumores son muy diversos en este sentido y requieren asociaciones de fármacos; por eso es necesario investigar más para localizar nuevas dianas terapéuticas?. De hecho, en la actualidad hay unas 300 nuevas entidades antitumorales en investigación.
Al mismo tiempo, el conocimiento de los perfiles de expresión genética de cada tumor implica una ?nueva filosofía? en el terreno de la oncología, ya que ?lo importante será tratar esas alteraciones biológicas, y no tanto si se trata de un cáncer de pulmón o de recto?, señala Casado. ?Ahora lo que hay que conseguir son técnicas estandarizadas que puedan establecer estas vías rápidamente en cada paciente en los hospitales?, agrega.
Tratamiento inapropiado
De esta forma, se daría a cada paciente la terapia que necesita y, de la misma forma, se evitaría utilizar determinados fármacos en enfermos a quienes no sirve de nada. ?Por ejemplo, en cáncer colorrectal [el más frecuente en España] sabemos que en función de que un gen, el K-RAS, esté mutado o no, hay un tratamiento que tiene oportunidad de ser o no efectivo; hasta hace poco había pacientes que se estaban tratando y no se beneficiaban?.
Para Casado, ejemplos como el anterior demuestran que el abordaje del cáncer ?va a cambiar mucho?. ?Hace 10 ó 15 años no había otra cosa que la quimioterapia, pero gracias al boom de la genómica han empezado a surgir infinidad de nuevos compuestos, la mayoría en estudio?.
Pero todavía hay mucho camino por recorrer para saber ?qué mecanismos moleculares pueden ayudar a predecir que un determinado paciente responderá a un fármaco concreto?, indica el oncólogo Carlos Camps, del Grupo de Estudio del Cáncer de Pulmón.
Sin embargo, para Camps el caso del cáncer de pulmón, uno de los tumores con menor índice de supervivencia, es especial, porque a diferencia de lo que ocurre en otros su causa es bien conocida: ?El cáncer de pulmón sería una rareza sin tabaco, aunque otros tumores también están muy relacionados con este hábito?, resalta el especialista, que apuesta por ?ser radicales para minimizar el tabaquismo y para que los fumadores queden arrinconados en su esfera privada; fumar no debe ser socialmente admisible?. En este sentido, hay estimaciones que indican que, sin tabaco, desaparecería el 30% de todos los casos de cáncer.
La ?quimio? seguirá vigente
Aunque los expertos coinciden en que los fármacos basados en la expresión molecular de los tumores son el futuro, también advierten que la quimioterapia no va a desaparecer de la noche a la mañana. Es más, teniendo en cuenta que las nuevas moléculas actúan sobre aspectos muy concretos de los tumores, la quimioterapia clásica, que también ha mejorado, aparece como el aliado ideal.
?Es muy difícil destruir un cáncer con un producto que ataque sólo una de los caminos que emplean las células tumorales para sobrevivir, porque tienen varios?, advierte Emiliano Calvo, que hace un símil con el metro: ?No por cerrar sólo una línea podemos impedir que la gente siga utilizándolo para ir por la ciudad?.
Por ello, junto con la quimioterapia, los nuevos medicamentos, entre los que también figuran los antiangiogénicos ?que reducen el suministro de sangre que necesitan las células tumorales para multiplicarse? necesitan de otros aliados. Así, los expertos destacan los avances en el diagnóstico precoz y también en el diseño de cirugías y radioterapias más precisas, capaces de atacar al corazón del tumor sin afectar a zonas sanas.
Al mismo tiempo, para que la revolución se consume, será necesario, como señala Calvo, poner en marcha un nuevo tipo de ensayo clínico que ofrezca más información, desde el principio, sobre las posibilidades de un candidato a antitumoral. ?Seguimos investigando los fármacos con las herramientas del siglo pasado, y al llegar a la fase de precomercialización la información es tan escasa que muchos fracasan?.
En este mismo sentido, Emilio Alba, vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), cree que ha llegado el momento de plantearse, en el nuevo escenario de medicina personalizada, el hecho de que sólo la industria pueda en la práctica investigar estos nuevos compuestos. ?Con la legislación europea tan estricta y burocrática que hay en vigor, sólo la industria farmacéutica puede realizar ensayos clínicos, y ese es uno de los problemas que tenemos?.
Esta forma de atacar el cáncer, todavía poco introducida en la práctica clínica, supone un auténtico ?cambio de paradigma?, en palabras de Emiliano Calvo, director de Investigación Clínica del Centro Oncológico Clara Campoamor, del grupo Hospital de Madrid. Así, frente a la quimioterapia de amplio espectro que atacaba a las células con gran capacidad de proliferación ?sobre todo las tumorales, pero también las que permiten el crecimiento del cabello, las de la mucosa intestinal o las de la médula ósea? existen ya en el mercado algunos ejemplos de los nuevos fármacos, como los anticuerpos monoclonales, que tienen muchos menos efectos secundarios al atacar directamente a la firma molecular del tumor.
Sin embargo, todavía es pronto para certificar el cambio de modelo, ya que, como señala el jefe de Oncología del hospital Infanta Sofía de Madrid, Enrique Casado, los pocos fármacos de este tipo que están ya disponibles van dirigidos a alteraciones moleculares concretas, pero ?la mayoría de los tumores son muy diversos en este sentido y requieren asociaciones de fármacos; por eso es necesario investigar más para localizar nuevas dianas terapéuticas?. De hecho, en la actualidad hay unas 300 nuevas entidades antitumorales en investigación.
Al mismo tiempo, el conocimiento de los perfiles de expresión genética de cada tumor implica una ?nueva filosofía? en el terreno de la oncología, ya que ?lo importante será tratar esas alteraciones biológicas, y no tanto si se trata de un cáncer de pulmón o de recto?, señala Casado. ?Ahora lo que hay que conseguir son técnicas estandarizadas que puedan establecer estas vías rápidamente en cada paciente en los hospitales?, agrega.
Tratamiento inapropiado
De esta forma, se daría a cada paciente la terapia que necesita y, de la misma forma, se evitaría utilizar determinados fármacos en enfermos a quienes no sirve de nada. ?Por ejemplo, en cáncer colorrectal [el más frecuente en España] sabemos que en función de que un gen, el K-RAS, esté mutado o no, hay un tratamiento que tiene oportunidad de ser o no efectivo; hasta hace poco había pacientes que se estaban tratando y no se beneficiaban?.
Para Casado, ejemplos como el anterior demuestran que el abordaje del cáncer ?va a cambiar mucho?. ?Hace 10 ó 15 años no había otra cosa que la quimioterapia, pero gracias al boom de la genómica han empezado a surgir infinidad de nuevos compuestos, la mayoría en estudio?.
Pero todavía hay mucho camino por recorrer para saber ?qué mecanismos moleculares pueden ayudar a predecir que un determinado paciente responderá a un fármaco concreto?, indica el oncólogo Carlos Camps, del Grupo de Estudio del Cáncer de Pulmón.
Sin embargo, para Camps el caso del cáncer de pulmón, uno de los tumores con menor índice de supervivencia, es especial, porque a diferencia de lo que ocurre en otros su causa es bien conocida: ?El cáncer de pulmón sería una rareza sin tabaco, aunque otros tumores también están muy relacionados con este hábito?, resalta el especialista, que apuesta por ?ser radicales para minimizar el tabaquismo y para que los fumadores queden arrinconados en su esfera privada; fumar no debe ser socialmente admisible?. En este sentido, hay estimaciones que indican que, sin tabaco, desaparecería el 30% de todos los casos de cáncer.
La ?quimio? seguirá vigente
Aunque los expertos coinciden en que los fármacos basados en la expresión molecular de los tumores son el futuro, también advierten que la quimioterapia no va a desaparecer de la noche a la mañana. Es más, teniendo en cuenta que las nuevas moléculas actúan sobre aspectos muy concretos de los tumores, la quimioterapia clásica, que también ha mejorado, aparece como el aliado ideal.
?Es muy difícil destruir un cáncer con un producto que ataque sólo una de los caminos que emplean las células tumorales para sobrevivir, porque tienen varios?, advierte Emiliano Calvo, que hace un símil con el metro: ?No por cerrar sólo una línea podemos impedir que la gente siga utilizándolo para ir por la ciudad?.
Por ello, junto con la quimioterapia, los nuevos medicamentos, entre los que también figuran los antiangiogénicos ?que reducen el suministro de sangre que necesitan las células tumorales para multiplicarse? necesitan de otros aliados. Así, los expertos destacan los avances en el diagnóstico precoz y también en el diseño de cirugías y radioterapias más precisas, capaces de atacar al corazón del tumor sin afectar a zonas sanas.
Al mismo tiempo, para que la revolución se consume, será necesario, como señala Calvo, poner en marcha un nuevo tipo de ensayo clínico que ofrezca más información, desde el principio, sobre las posibilidades de un candidato a antitumoral. ?Seguimos investigando los fármacos con las herramientas del siglo pasado, y al llegar a la fase de precomercialización la información es tan escasa que muchos fracasan?.
En este mismo sentido, Emilio Alba, vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), cree que ha llegado el momento de plantearse, en el nuevo escenario de medicina personalizada, el hecho de que sólo la industria pueda en la práctica investigar estos nuevos compuestos. ?Con la legislación europea tan estricta y burocrática que hay en vigor, sólo la industria farmacéutica puede realizar ensayos clínicos, y ese es uno de los problemas que tenemos?.
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